Salud Mental, Meditación y Sensing (elZa.) Carlos German Barraza Cedillo Psiquiatria
Salud Mental, Meditación y Sensing (elZa.) por Carlos Germán Barraza Cedillo (Psiquiatra)
Salud Mental, Meditación y Sensing. Una de las consecuencias de la vida moderna, dominada por una economía que no reflexiona y carece de un sentido de la ética enajenando al trabajo del sentido de la satisfacción personal y lo convierte en práctica automática y acrítica, es que no es una forma de vida que promueva la salud en ninguno de sus aspectos. La salud es definida por la Organización Mundi...al de la Salud como : “Un estado de completo bienestar físico, psicológico y social y no solamente la ausencia d enfermedad”. Parte muy importante de este concepto se encuentra en la esfera psicológica, puesto que es lo que da sentido a la existencia humana. Salud mental es como se conoce, en términos generales, al estado de equilibrio entre una persona y su entorno socio-cultural, lo que garantiza su participación laboral, intelectual y de relaciones para alcanzar un bienestar y calidad de vida. Comúnmente, se dice “salud mental” como analogía a “salud o estado físico”, pues lo mental corresponde a dimensiones más complejas que el funcionamiento meramente orgánico del individuo. La salud mental ha sido definida de múltiples formas por autores de diferentes culturas. Los conceptos de salud mental incluyen el bienestar subjetivo, la autonomía y potencial emocional, entre otros. Sin embargo, las precisiones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) establecen que no existe una definición “oficial” sobre lo que es salud mental y que cualquier definición estará siempre influenciada por diferencias culturales, suposiciones, disputas entre teorías profesionales, la forma en que las personas relacionan su entorno con la realidad, etc. En cambio, un punto en común en el cual coinciden los teóricos es que “salud mental” y “enfermedades mentales” no son dos conceptos opuestos, es decir, la ausencia de un reconocido desorden mental no indica necesariamente que se tenga salud mental y, al revés, sufrir un determinado trastorno mental no constituye un impedimento para disfrutar de una salud mental razonablemente buena. La observación del comportamiento de una persona en su vida diaria es el principal modo de conocer el estado de su salud mental en aspectos como el manejo de sus temores y capacidades, sus competencias y responsabilidades, la manutención de sus propias necesidades, la forma en que afronta sus propias tensiones, sus relaciones interpersonales y la manera en que dirige una vida independiente. Además el comportamiento que tiene una persona frente a situaciones difíciles y la superación de momentos traumáticos permiten establecer una tipología acerca de su nivel de salud mental. La salud mental se relaciona con el raciocinio, la emoción y el comportamiento frente a diferentes situaciones de la vida cotidiana. También ayuda a determinar cómo manejar el estrés, convivir con otras personas y tomar decisiones. Al igual que otras formas de salud, la salud mental es importante en todas las etapas de la vida, desde la niñez y la adolescencia hasta la edad adulta. El déficit en la salud mental contribuiría a muchas enfermedades somáticas y afectivas como la depresión o la ansiedad. El tema de la salud mental, además, no concierne sólo a los aspectos de atención posterior al surgimiento de desordenes mentales evidentes, sino que corresponde además al terreno de la prevención de los mismos con la promoción de un ambiente sociocultural determinado por aspectos como la autoestima, las relaciones interpersonales y otros elementos que deben venir ya desde la educación más primaria de la niñez y de la juventud. Esta preocupación no sólo concierne a los expertos, sino que forma parte de las responsabilidades de gobierno de una nación, de la formación en el núcleo familiar, de un ambiente de convivencia sana en el vecindario, de la responsabilidad asumida por los medios de comunicación y de la consciente guía hacia una salud mental en la escuela y en los espacios de trabajo y estudio en general La promoción de la salud mental parte del principio de que todas las personas tienen necesidades de salud mental y no sólo aquéllas a las que han sido diagnosticadas condiciones de salud mental. La promoción de la salud mental concierne esencialmente a la realidad social en la que todos se sientan comprometidos con el bienestar mental. La psicología positiva se interesa también por la salud mental e incluso está más cercana a ella que los tratamientos psiquiátricos. La “promoción de salud mental” es un término que cubre una variedad de estrategias. Estas estrategias pueden ser vistas desde tres niveles: Nivel individual - Motivar los recursos propios de la persona por medio de estímulos en la auto-estima, la resolución de los propios conflictos, la asertividad en áreas como la paternidad, el trabajo o las relaciones interpersonales. Nivel comunitario - Una creciente y cohesionada inclusión social, desarrollando las estructuras de ayuda que promueven la salud mental en los lugares de trabajo, estudio y en la ciudad. Nivel oficial - El estado de cada nación comprometido en planes que reduzcan las barreras socio-económicas promoviendo oportunidades en igualdad de acceso a los servicios de salud pública por parte de los ciudadanos más vulnerables a este desorden. Una de las consecuencias más inmediatas y bien conocida de las condiciones de vida actual es el llamado síndrome de Burnout que actualmente afecta a todos los niveles y ámbitos del quehacer humano, sin respetar estrato social, edad o sexo. Desde la perspectiva psicosocial el Síndrome de Burnout se conceptualiza como un proceso en el que intervienen variables cognitivas – aptitudinales (baja realización personal en el trabajo), variables emocionales (agotamiento emocional) y variables actitudinales (despersonalización) (Marrau). Ante el incremento de las exigencias del medio, el Síndrome de Burnout se presenta como un trastorno de la adaptación ante el estrés laboral crónico que logra desencadenar síntomas físicos y psicológicos, los que dañan significativamente la ejecución profesional. No obstante, el Síndrome de Burnout no está necesariamente restringido a los profesionales de los servicios humanos. Maslach y Schaufeli señalan que aunque este síndrome aparece como un proceso específico de estos ámbitos profesionales, el fenómeno ha sido descrito en otro tipo de profesionales, como directivos y mandos intermedios de cualquier tipo de organización, entrenadores y deportistas, e incluso ha sido estudiado fuera del ámbito laboral formal, como por ejemplo, en amas de casa. Es común encontrar estudios sobre el Síndrome de Burnout relacionados al ámbito de la salud, donde se investiga el Burnout en enfermeras, personal de atención de emergencia, de cuidados intensivos, cuidado de adultos mayores, personas con enfermedades terminales, etc. También se ha estudiado en profesiones asociadas a las emergencias, seguridad. Síndrome de Burnot en docencia Un ámbito especialmente sensible al desarrollo de este Síndrome es el ámbito educacional o docente. Son los profesores quienes deben lidiar con los cambios y las exigencias impuestas tanto por los directivos, padres y alumnos, en el desarrollo de sus funciones que son de gran importancia social: si el profesor(a) se encuentra en un precario estado psicológico influirá en la calidad de enseñanza que imparta a los estudiantes. Es decir, es una profesión que tiene repercusiones muy directas para la sociedad (Darrigrande, et al). Como alternativa para la promoción de la salud mental, la medicina occidental redescubre prácticas milenarias en el oriente y los pueblos precolombinos, las distintas formas que asume la meditación. Debido a sus beneficios en relación al funcionamiento y la conservación del cerebro, inclusive las neurociencias han avanzado mucho en el estudio de tales efectos y día con día se descubren más beneficios. La meditación es una actividad muy interesante que la neurociencia tiene como objetivo de algunos de sus estudios, pues aunque sus beneficios durante mucho tiempo han sido atribuidos a causas místicas, se puede comprobar que responden a otros motivos. Estudios realizados por científicos de la Universidad de Yale nos muestran que la meditación puede modificar el uso de determinadas áreas del cerebro y en resonancias realizadas a los expertos en meditación que participaron en el estudio, se detecta una disminución de la actividad cerebral en la Red Neural por Defecto (DMN). La DMN se encarga de controlar las acciones de la persona cuando esta no tiene el cerebro “ocupado”, situación en la que nos encontramos aproximadamente la mitad del tiempo que estamos despiertos, y alteraciones patológicas en ella se asocian con el déficit de atención, la ansiedad y la hiperactividad. En el estudio participaron meditadores expertos y nóveles y se detectó que los expertos eran capaces de desarrollar otras áreas del cerebro relacionadas con el autismo y la esquizofrenia, por lo que todo parece indicar que la meditación permitiría desarrollar una nueva red neuronal donde hay una mayor conciencia de uno mismo y del presente y menos ensoñación. En definitiva, según indica Richard Davidson, la meditación como práctica habitual fortalece los circuitos neurológicos y produce emociones positivas y calma una parte del cerebro que actúa como gatillo del miedo y de la ira. Al paralelo surge Sensing de Elza Zaldumbide: técnica de investigación, meditativa, experimental que redescubre a la conciencia creativa y reaprende el respeto para facilitar al individuo la forma de la introspección con su propia vida, y experiencia emocional. Sus resultados y beneficios son susceptibles aún de un estudio más profundo por parte de la psicología y la neurociencia. CARLOS GERMÁN BARRAZA CEDILLO PSIQUIATRA.
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